Antonio Martínez López “Sanluqueño”
En esta pasada madrugada nos dejó un hombre muy especial para aquellos que le conocimos, Antonio Martínez López y que fue conocido en el mundo taurino como Antonio Martínez “Sanluqueño”, un Sanluqueño que a sus 92 años repartió su corazón entre Sanlúcar la Mayor y Gerona, donde vivió junto a su esposa Palma Carrascal y que nos dejó también el pasado verano a sus 89 años. Su único hijo, Toni Martínez Carrascal, les cuidaba en un humilde piso. Ubicado junto al mar Mediterráneo, en la Costa Brava, en el municipio de Lloret de Mar.
Antonio junto a su familia solían pasar casi todos los veranos unas semanas junto a sus familiares en Sanlúcar, ya hace algunos años que por su delicada salud no nos visitaban, pero manteníamos contacto y así pude terminar su biografía. Entre aquellos recuerdos, su esposa Palmira encontró una partitura de un pasodoble dedicado a su esposo, entre otros recuerdos y me los envió para incluirlo en el libro, aunque este ya estaba editado, será incluido en una próxima edición donde recordaremos nuestro legado taurino de Sanlúcar la Mayor.
La partitura musical está en manos del nuevo director de nuestra banda de música de Santa Cecilia para que pueda ser incluida dentro de su repertorio de pasodobles, en los próximos días le pediré al maestro que si fuera posible estrenarla en próximo festejo taurino del día 17 de febrero en la que estará dedicado como homenaje a los toreros de Sanlúcar la Mayor; en este día de la corrida acudirán aquellos que les permitan su presencia para recibir este homenaje con un obsequio que será entregado de manos de nuestro querido novillero Paco Lama de Góngora.
De aquellos recuerdos de aventuras de Antonio Martínez junto a sus amigos Rafael el “Indio, Apache” y Pepe “Tirito” así como toda su trayectoria taurina, ha quedado registrada en esta edición especial dedicada a nuestro pueblo de Sanlúcar y a su vida social del pasado siglo XX, y que podrán comprar en nuestra librería Cosas Bécquer, la Venta Pazo, Restaurante Toni, Bar Échate Paya, entre otros. También pueden hacer su pedido a este teléfono: 652943025.
Su hijo Toni me confirmo que en la primavera (marzo o abril) las cenizas de su padre serán trasladadas a Sanlúcar, como su padre quería en su última voluntad. Mi más sincero pésame a sus familiares y amistades en este día de dolor.
Estas fueron sus palabras de introducción para su biografía en la que contiene la vida de un gran hombre y un gran Torero de Sanlúcar la Mayor. D.E.P.
Prólogo:
Dicen que recordar es volver a vivir y yo, a mis
maravillosos noventa años, me encuentro en esta tesitura de tener que
lidiar el toro de la memoria, como es rememorar lo que he vivido a lo
largo de mi vida como torero, una profesión tan maravillosa y al mismo
tiempo, tan dura e ingrata donde das tanto y por lo general recibes muy
poco y les aseguro a ustedes lectores que yo puedo dar fe de ello, pero
¡eso sí!, no me cabe la menor duda que si volviera a nacer, volvería a
querer ser “torero”.
Desde mi exitoso y feliz debut vestido de luces
en mi querida Sanlúcar la Mayor, donde fui paseado en hombros por mis
paisanos y más fieles partidarios; de aquel fantástico día, hasta mi
última actuación en la localidad mallorquina de Muro en 1960, en la cual
sufrí aquella fatídica tarde, un gravísimo percance que me dejó
postrado en una cama y del que tardé largo tiempo en recuperar, Pero al
margen de aquel trágico suceso, fueron muchos los momentos que hoy me
vienen a la memoria y que de algunos de ellos guardo una especial y
profunda añoranza.
Mis deberes con la patria me hicieron dejar mi pueblo y mi familia y fui llamado a filas, para cumplir el servicio militar en Gerona. En ese periodo, conocí a Palma, mi esposa y acabé fijando mi residencia en la citada localidad catalana. En su desaparecido coso de “Santa Eugenia” decidí tirarme de espontáneo una tarde de toros en 1953 y con ese mismo apelativo me di a conocer por aquella Cataluña tan taurina (hoy condenada al olvido, taurinamente hablando) y por plazas como: Olot o Figueras, donde tuve un excelente debut, el 8 de mayo de 1955.
Otro grato recuerdo que perdura en mi memoria tuvo como escenario la plaza costera de Sant Feliú de Guixols, donde realicé mi presentación en 1956 con Joselito Clavel y “Chamaco”. En esa misma plaza intervine al año siguiente, junto al polifacético Mario Cabré, en un festival benéfico para el asilo de ancianos de la localidad.
Mi debut en Sevilla el 4 de mayo de 1958 con Victoriano Valencia y Antonio Cobo, despertó una inusitada expectación en Sanlúcar la Mayor y que se vio reflejada en el gran número de paisanos que acudieron esta tarde a la Maestranza para presenciar mi actuación novilleril en el coso del baratillo.
Mi apoderado Javier Pascual de Zulueta me anunciaba la alternativa en la citada plaza de San Feliú de Guixols, que él mismo mandó construir y regentaba como empresario. El 10 de agosto de 1958, vestido con un terno blanco y oro; Isidro Marín en presencia de “Chamaco” me cedió al toro de nombre “Paritano” que pertenecía a la divisa de Abdón Alonso y del que obtuve las dos orejas que junto con otra que corté de mi segundo toro, hicieron de aquella tarde, un soñado doctorado de imborrable recuerdo.
Uno se sentía ya olvidado por el paso del tiempo, cuando un grupo de aficionados me rindieron por sorpresa en Lloret de Mar, una mañana de diciembre del año 2013, un cariñoso y sentido homenaje, haciéndome entrega de una placa que conmemoraba mi 55 aniversario de alternativa. Por si era poco, ve la luz esta obra que usted tiene en sus manos y que hace un recorrido biográfico de mi humilde y modesta trayectoria taurina.
Por todo ello, no puedo estar más que, eternamente agradecido a su autor y espero y deseo que sea del agrado de todo el que la lea, sea aficionada o simpatizante de nuestra hermosa fiesta de los toros. Antonio Martínez López “Sanluqueño”
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