Sanlúcar la Mayor, Pasado ,Presente y Futuro.

Sanlúcar la Mayor, Pasado ,Presente y Futuro.
Desde que tus campos fueron fructíferos,las palomas anidaran en tus campanarios,la grieta de tu cárcava defensora de tu fortaleza amurallada,tesoros escondidos en tus silenciosas calles de tierra y blancas paredes, tu llamada al corazón de los hombres desde el alminar de tu mezquita, el repicar de tus campanas gloriosas de fiesta,los caminos y veredas de tus campos alpechinera,tus manantiales de aguas cristalina,tu Guadiamar caudaloso de aguas tranquilas. De todos los pueblos del Aljarafe ninguno puede compararse contigo,por tu historia, tu rango y tu prestigio.
.La Sanlúcar eterna,aquella que guarda en la noche la luz de las estrellas y el lucero de la mañana,la luz de su cielo celeste derrama sobre sus tranquilas calles el sosiego de sus moradores,paseantes de calles adoquinadas transcurren con pasos lentos recibiendo el frescor de sus aires con aromas de azahar de una semana que se acerca y otra que se va.La Sanlúcar eterna en la que en tantos corazones albergas y siempre estarás.. Sanlúcar la Mayor es una localidad sevillana perteneciente a la comarca de El Aljarafe y, en concreto, en el Aljarafe alto o Norte. Está situada a unos 18 km al oeste de Sevilla capital. El pueblo está situado a 148 metros sobre el nivel del mar.Es cabeza de partido judicial y centro neurálgico del alto Aljarafe.Su origen histórico se remonta a tiempos del Neolítico en la que se habitaron estas tierras.

miércoles, 12 de agosto de 2020

NUESTROS JUGUETES Y JUEGOS Parte (3)

 

 RECUERDOS DE ALGUNOS DE NUESTROS JUGUETES Y JUEGOS (3)
 
De todos los Kioscos que hemos tenidos en Sanlúcar el que más nos atraía a los niños y mayores fue el de Encarna "la Borrega" y su hermana,comenzó junto a la biblioteca y después se mudaron debajo del reloj,junto a la parada del autobús  de la empresa Jimenez;en este lugar permaneció hasta parte de los años 90s,aunque en su casa en la calle Real,tenía una ventana y su hermana nos vendía las chucherías a los niños.
 
 El Kiosco además de las chucherías,vendía toda la prensa,loterías,... y en verano los helados.Deseándolo estábamos los chavales, bajarnos del bus de “El Piedra” para comprar algo, a ser posible un juguete. Por ejemplo, un mini proyector de plástico, pues resulta que frente al kiosco, en la otra acera, donde hoy se ubica la biblioteca pública, se encontraba las pescaderías de la plaza de abastos, y junto a la puerta de las dos o tres tiendas pescaderas, se exponía la cartelera de películas que echaban en ese fin de semana en el Cine Cataluña.
 
 
 
 
 
Pero existían otros juguetes de plástico, que también se compraban en el kiosco.Otro capítulo eran los indios y pistoleros de plástico, que acompañaban al juego una vez vistas las series televisivas de aquel momento (1965), como El Virginiano, con el célebre Trampas, o Bonanza. ¿Quién no recuerda aún la sintonía?.
Un apartado era nuestras “armas de fuego”, las estrellas de sherif o el correaje. ¡Quién no ha disparado con pistola de fulminante?.Y, por supuesto, los “ciquitraques”, que los había hasta de piedra para tirarlos contra la calle, que por aquel entonces aún eran muchos de cantos rodados. Sin embargo, lo que más recuerdo de los kioscos, era comprar alguna que otra careta, de indio, de pistolero, de zulú o de demonio, pues con ella se nos disparaba la imaginación.
 
Pero existía otra manera de hacer explosiones, con pastillas de clorato potásico, que las vendían en la farmacia para las llagas bucales y un poco de azufre. Se le ponía una piedra plana encima y con el pie dábamos un zapatazo al conjunto y se conseguía ruido de petardo.
 
 Todos/as tenemos recuerdos de estos juguetes que compramos en el Kiosco de Encarna "la Borrega".En aquellos años con estos juguetes los niños creamos pandilla de barrios,donde luchábamos un barrio contra otros,yo recuerdo cómo mi barrio de las casas baratas se unió al barrio de los Alamillos y Zambullon para crear un frente común contra otros barrios fuera de nuestras frontera, que era la carretera.
 
Desde lo que hoy es el Mercadona hasta el hostal la Alegría,era todo huerta,la maleza y los árboles cubrían toda esta zona junto a una cuneta a lo largo de la carretera, este lugar era tan frondoso que hacíamos cabañas y no ser vistos;  nuestra cabaña era tan grande que cabemos hasta quince niños.El capitán de la pandilla era Eustaquio Guirao ( El Herrero)que tenía dos años más que nosotros,nuestro tesoro consistía en una lata grande llena de pipas de melón secas, y otra lata llena de alquitrán para hacer las bolas de las flechas.
 
 
En el colegio del grupo, durante el recreo,retamos a los otros niños de los barrios fuera de nuestra frontera,los de San Pedro,el barrio Indillo y los de la corredera.Establecemos un lugar de batalla, en esta ocasión luchamos en la corredera junto a la fuente antigua.Toda una batalla campal que entre los dos bandos seriamos unos cincuentas,armados de flechas con las puntas de bolas de alquitrán y machetes de maderas y plástico,muchos salimos heridos de las caídas y los bolazos de las flechas,luego llegábamos a casa y recibimos otra paliza por llegar sucio y con los pantalones cortos rotos y heridas por todo el cuerpo. 

Entre batallas y batallas,también jugamos en nuestros patio a Indios y Vaqueros con nuestros personajes de plásticos,donde creamos grandes batallas en los fuertes del viejo oeste,en aquellos días los niños no dormimos siesta y nos íbamos a casa del besino a dar la lata,bueno esto es lo que decían las madres,pero nosotros nos lo pasábamos pero que muy bien.por supuesto que nuestras hermanas también encontraban su tiempo en las siestas para jugar con sus muñecas,en muchas ocasiones nosotros éramos sus bebés.

Pero no quiero terminar este somero recorrido por los juguetes de nuestra infancia, con mencionar el “carricoche”, un artilugio de madera y tres cojinetes, que nos hacía sentir ases de la velocidad, pues nos lanzábamos calles abajo. Eran los patinetes de entonces, una vida más fácil que la de ahora, pues, si nos caemos, el percance más gordo eran las “heridas de guerra” en las rodillas. ¿Lo recordamos?.
 Un reportaje de Antonio Herrera y Ricardo Martínez.
Recuerdos de nuestra niñez.

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jueves, 6 de agosto de 2020

RECUERDOS DE ALGUNOS DE NUESTROS JUGUETES Y JUEGOS

 

En la década de los 60, los chavales solíamos ir a jugar, sobre todo al futbolín, al Gaseoso, aunque existía en la carretera hacia Huelva otro local de ocio El "Pelon". En el Gaseoso, en plena Calle Real, se jugaba a Pimball, al Chapolín o la pin-pon. Luego nos preparaba un montadito con una cerveza, a una gaseosa “Solucar”
 
Pero los juegos populares de los niños eran otros, a la salida del colegio, entre las 5:30 y el oscurecer, pues el pueblo siempre estaba tranquilo, y en muchas ocasiones, todo el casco urbano constituía el campo de juego.

No obstante, hoy quisiera recordar dos juegos populares, que no sé si ya han desaparecido del acervo cultural de nuestros chavales: EL MARRO y LA BILLARDA.


En el juego del MARRO, participábamos muchos niños, ya que no era preciso disponer de material especial y, por tanto, era asequible a todos los niños que no padeciéramos ningún defecto físico que nos lo impidiera. Como además el terreno de juego era la calle y plazas del pueblo, con solo unos 20 por 20 metros de espacio liso, teníamos suficiente.
 
 El Marro
 
En el juego del MARRO, participábamos muchos niños, ya que no era preciso disponer de material especial y, por tanto, era asequible a todos los niños que no padeciéramos ningún defecto físico que nos lo impidiera. Como además el terreno de juego era la calle y plazas del pueblo, con solo unos 20 por 20 metros de espacio liso, teníamos suficiente.
Para jugar al marro, más o menos, se dispone de dos equipos con cuatro o seis jugadores cada uno y, la exigencia mayor es tener una buena velocidad de carrera. En este juego, participábamos niños desde los 7 a los 13 años. Aún hoy, aunque muy poco, se practica en el recreo de los colegios; a diferencia de antaño que jugábamos en plena calle.
 
Es de notar que siendo un juego tan popular, no participaban las niñas ya que se requería buen fondo físico y contactos, a veces bruscos, al ser tocadas y, esas circunstancias privaban a las féminas de dichos juegos; aunque a veces jugaban entre ellas. Claro está ¿Cómo iban a mezclarse niños y niñas si en las aulas no nos permitían que estuviéramos juntos?
 
 El objetivo del juego radica en capturar el mayor número de jugadores del equipo contrario y, a la vez, evitar ser capturado y podrá correr a capturar a un jugador contrario y, éstos a su vez, correrán para evitar la captura, esquivando al atacante que intentará hacer un toque, en cualquier parte del cuerpo. Una vez cogido, se van poniendo en fila, lo más estirada posible, tomándose de las manos, para que uno de tu equipo te salve al romper la cadena que van realizando los tocados.

Por tal motivo, para jugar al marro se precisa buena preparación física en correr y sortear al enemigo; con el fin de correr mas que tu competidor y, evitar ser alcanzado por el contrario o bien, correr tras el para conseguir tocarle. Pero, además de correr, se precisa habilidad para driblar al contrario y evitar ser tocado.
 
 
 LA BILLARDA

Es una de los juegos más conocidos y populares de antaño, sobre todo durante la temporada estival. Ya se jugaba en el siglo XIX y q
ue tenía muchas propiedades porque tenía más utilidades de las que parecía, le da agilidad al cuerpo, fuerza al brazo, y enseña a calcular las distancias a ojo.

El juego consistía esencialmente en darle con un palo (palanca) a otro más pequeño (billarda), para que salte y enviarlo lo más lejos posible.

Para fabricarlo hay que cortar un palo de unos 50 cm. de largo por 2 o 3 cm. de ancho,  de madera lo más dura posible. A cont
inuación, se agudiza por los dos extremos otro palo de la misma anchura de unos 15
cm. de largo, que es la billarda.
 
Se juega entre dos o más jugadores que, desde una marca o un círculo dibujado en el suelo golpea la billarda con la palanca en una de sus puntas para levantarla, y cuándo ésta está en el aire se la golpea fuerte para enviarla los más lejos que se pueda del círculo de inicio.

El jugador que queda más lejos empieza el juego de la misma manera golpeando la billarda tres veces en dirección de la salida, mientras un jugador contrario intenta cortarle el camino. Al terminar la tirada tiene que calcular la distancia, en palancas, que hay hasta el círculo, y si acierta  se convierten en puntos, y si no acierta pasan al equipo contrario, que empezará de nuevo el juego.
 
 
Pero el juego que con más cariño recuerdo es el de las chapas. Es decir, jugar al futbito o a una carrera, con chapas de los botellines, que después de la feria íbamos a buscarlas a la Corredera.
Sigo opinando, que la vida de hace 60 años para los niños de nuestro pueblo, discurría más tranquila y fácil. 
 

Detrás de la ventana
me he visto desgranando, uno a uno,
los días de mi infancia.
He vuelto de la escuela
como si regresara de la vida…
Antonio Herrera Ortiz
 
 De humildad vestiré mi corazón,
agradeciendo a mis amigos sus favores,
sus cariños y su sinceridad,
porque todo cuanto cabe en mi alma
se los doy con mi todo mi corazón.
De humildad vestiré mi corazón,
porque necesito consuelo y alivio
y tu mano me ayudará a seguir,
por este valle de lágrimas
que no tiene fin.
De humildad vestiré mi corazón,
y reconoceré que mis limitaciones
no son nada, si en ti me apoyo,
Porque tu eres la verdad y la vida.
Cada día daré gracias por tu Amor,
Porque solo a través de Ti, veo
claramente las sendas de mi camino
Y qué sería de mí sin ti?
la vida dejaría de ser vida
porque en ti esta mi fortaleza
que me impulsa a volar hasta el cielo.
Ricardo Martinez Amores. 
 
 
 
 En la hermosa ciudad sanluqueña,
se ha rifado un cerdo en el santo hospital.
Se han sacado catorce mil reales,
y el cerdo de nuevo se ha vuelto a rifar.
Se conoce que han hecho una trampa,
y la culpa la echan al buen sacristán.
Y si el año que viene lo rifan,
sacarán billetes San Pedro y San Juan.
 El Hermano Cirilo.
 
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Sanlúcar la Mayor desde el Cielo.


Sanlúcar la Mayor desde el Cielo.
Sanlúcar la Mayor en 1956, fotografiada por el “vuelo americano”, que cartografió toda España, en base a los acuerdos EEUU y España de 1954. Estamos en plena guerra fría, y hasta Sanlúcar cuenta. Obsérvese el solar vacío donde se ubicará el Colegio Marista.
Las tierras de Sanlúcar la Mayor han sido ocupadas por el ser humano desde tiempos muy remotos, existiendo restos arqueológicos del Neolítico.
Sanlúcar la Mayor está enclavada en la zona más occidental del Aljarafe sevillano, desde donde domina la rica ribera del Guadiamar. Como cabeza del partido judicial de su nombre, podría considerarse, en cierto modo, capital de la parte oeste de la comarca., está situado a 18 kilómetros de Sevilla y tiene 13600 habitantes.Superficie 137 km².Gentilicio.Sanluqueño


LAS TRES SANLUCAR
A lo largo de la historia ha habido otras localidades que se han llamado también Sanlúcar,
algunas ya no se denominan así:

Sanlúcar de Barrameda en Cádiz
Sanlúcar de Guadiana en Huelva
Sanlúcar de Albaida en Sevilla. Esta es la única que ha cambiado su nombre.
Hay que señalar que las únicas villas que se han llamado Sanlúcar tienen varias similitudes:
Se ubicaron en la orilla izquierda de un río: Sanlúcar la Mayor y Albaida sobre el Guadiamar, Sanlúcar de Barrameda sobre el Guadalquivir y Sanlúcar del Guadiana sobre el río que le da nombre.
La situación era en alto sobre el río, unos oteros donde se divisaba el valle.
El río quedaba al oeste geográfico, quizás ubicación necesaria junto con el punto segundo para los rituales prerromanos de adoración al Sol.
En 1594 Sanlúcar la mayor formaba parte del reino de Sevilla en el Ajarafe y contaba con 802 vecinos pecheros.

El título de ciudad lo obtuvo tras la reconquista por la ayuda prestada por los vecinos para expulsar a los moros
La memoria histórica es un concepto historiográfico relativamente reciente que designa el esfuerzo consciente de determinados grupos por conocer su pasado, valorarlo y tratarlo con especial respeto.

Los Archivos como instituciones no son memoria, pero sí han de contribuir al mejor conocimiento de los hechos del pasado facilitando a los ciudadanos una información actualizada y lo más detallada posible de los documentos que conservan y que ofrecen para ser consultados y/o reproducidos.


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lunes, 3 de agosto de 2020

Los recuerdos de nuestra niñez




Los recuerdos de nuestra niñez.
Parte ( 1 )
Todos hemos sido niños alguna vez,y lo que más recordaremos serán nuestros juegos,y aquellos juguetes donde pasábamos horas y horas entretenidos junto a nuestros amigos.


Digamos que en cada época existió el juguete preferido de cada niño y niña,existían los que eran de fábricas y los inventados por nosotros los niños, pero para no hacer un inventario de todos aquellos juguetes,nos trasladaremos a mi época de los años 60s.



Uno de mis compañeros de niñez Antonio Herrera, me trae a la memoria estos juguetes que compramos en el pueblo y que nos hicieron felices en nuestra niñez.


Muchos de estos juegos forman parte de nuestra imaginación,como aquellos momentos en que nos refugiamos detrás de una fuente pública que existía al lado de la casa de vecinos de Cuartel, al final de la calle Franco ( Hoy Juan Carlos Primero)justo donde está el Kiosco del Pollo,y que era conocida como  “la fuente nueva”,donde los niños nos subíamos o refugiamos como si fuera un burladero, cuando traían los becerros para el matadero municipal. El morbo consistía en que a veces el becerro se escapaba del cajón, con el revuelo de
niños expectantes.




Junto a la fuente una casa baja con su puerta. Justo allí estaba un tallercillo de un zapatero remendón que hera conocido como "El Cafre", nos gustaba entrar porque olía fuertemente a betún y porque también vendía algún que otro juguete de plástico. Por ejemplo, recuerdo entrañablemente una hélice voladora de plástico de color,que frotándola con las manos volaba unos instantes.
voladora de plástico

A los niños pudientes de los 50-60 se les regalaba juguetes de hojalata (ahora carísimos) y a las niñas alguna muñeca de cartón o plástico, para que la vistiera y le costará en una caja de zapato, confeccionando la misma ropa de la cama.Para llevar a cabo las batallas, montábamos cañones de alfileres de la ropa, disparando con semillas de algarrobas o con chicharros. Las “ametralladoras” las confeccionamos con una funda de bolígrafo, que hacía de cerbatana, y disparamos arroz, que hacía que nuestras abuela nos riñera porque utilizamos comida.
¡Cuantos juegos y derroche de imaginación! Por supuesto faltan los trompos, la lima, los juegos de equipos como “el marro”, el burro, la piola, etc. Esperemos que algún lector se decida a escribir sobre sus recuerdos.





Pero no quiero dejar de mencionar otro gran recuerdo de mis 8 años, cuando salíamos de los maristas a las 5:30 de la tarde: Frente a la Venta Pazos, en el antiguo silo de cereales, fotografié esa cuba, que me transportó a la niñez. Resulta que en esos años 60 emitía una serie televisiva que se llamaba VIAJE AL FONDO DEL MAR, con su submarino nuclear y de diseño tan modernista, llamado Seaview,y los amigos, sin percatarnos del gran peligro que suponía, nos metemos en esas cubas, cerrábamos la escotilla y navegamos por el gran océano de la imaginación, luchando contra monstruos, igual que en la serie..
 

Lo que más me gustaba comprar en el kiosco, eran los sobres de MONTAPLEX, de soldaditos, camiones, tanque, aviones. Un mundo para despertar la imaginación mía, de mis hermanos y primos, montando guerras que nos duraban días enteros en el patio.



¿
Quién no recuerda la caja de juegos reunidos Geyper?.Pero todo esto era para niños bien. Los demás, más bien nos los fabricamos o los compramos en kioscos, como el de Ana Félix, que se encontraba junto a la actua0l Peña Bética..  
Serían innumerables los juegos y juguetes que formaron parte de nuestra infancia,hoy he querido recordarlos algunos de ellos,y que estoy seguro que vosotros/as también recordaréis,pues solo tenemos una infancia,esta estará siempre en nuestro recuerdo
porque la cosa más bonita que hay en el mundo, es vivir cada segundo como nunca más


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martes, 14 de julio de 2020

Nuestro mercado en el siglo XX. segunda parte.


Nuestro mercado en el siglo XX

Siguiendo nuestro rastreo histórico sobre el mercado Sanluqueño,entramos en un nuevo siglo en el que el sistema industrial lanzaría a los mercados nuevas formas de ventas. Esta nueva revolución industrial primero llegaron a las grandes urbes, nuestros pueblos continuaron con sus tradiciones de ventas ancestrales, con los mercados de venta directa en las calles y tiendas. En Sanlúcar la Mayor en los primeros años de este nuevo siglo, seguiría con su mercado tradicional junto a la parroquia de Santa María,donde los verduleros y vendedores ambulantes exponían sus mercancías en el centro de nuestra plaza,lugar más concurrido del pueblo,paseaban por las calles pregonando sus mercancías, pronto comenzaron a crear tiendas con más espacios para satisfacer la demanda de los sanluqueños.


 Otra de estas tiendas fue la tienda de Enrique Marín,en la calle Solís y Castaño ( Hoy, Jiménez Becerril  y Juan Carlos I )que por aquellos años del 29 se llamaba 
" Ciudad de Sanlucar" de los Hermanos Marín Robayo.
 









 Uno de aquellos primeros comerciantes fue Juan Macías hijo del  zaragozano Cándido Arregui Portolés, Secretario Judicial de Sanlúcar la Mayor desde 1927 ,(Cándido Arregui murió en Sanlúcar la Mayor el 4 de enero de 1937.Juan Macías López y su esposa Leonor Arregui Endolz, abrieron un almacén de comestibles en la Calle Sanjurjo número- 4- ellos vivían en la calle abade, calle del huerto.esta casa se comunica  través de un patio al almacén.
Sin duda alguna uno de los comercios más populares era la Milagrosa. Esta tienda fue abierta al público en 1926 por Rafael Borrego Hernández.Se pintó un anuncio que se colocó encima de la puerta en el que se decía: LA MILAGROSA, DEPÓSITO DE JABONES DE ACEITE Y PERFUMERÍA DE LA CASA DE HIJOS DE LUCA DE TENA. Y en ventana se instaló un bonito escaparate de perfumería,hasta un cuadro de cerámica  de la Virgen Milagrosa que estuvo en el frontispicio de la entrada de la tienda,este  Retablo cerámico fue realizado en la desaparecida y popular fábrica de Sevilla Cerámica Santa Ana.
 Nuestro primer mercado de abasto permanente fue creado frente a la Iglesia de Santa María,en aquel tiempo era un viejo y ruinoso edificio que llamaban el pósito, y en cuya planta baja arreglaron un trozo para los ensayos de la banda de el maestro Manuel Borrego Hernández que al frente de 25 músicos ensayaban en este recinto; a comienzo de los años 30 toma la batuta el maestro Antonio Páez Criado, la banda se traslada al antiguo convento de franciscanos, después cárcel y actualmente club social de la tercera edad.




 Al quedar vacío el viejo edificio,el ayuntamiento propone que fuera tomado por los comerciantes que cada mañana asistían en la plaza para sus ventas,como el edificio no estaba en muy buenas condiciones, solo lo tomaron la planta baja los carniceros y los pescaderos,las frutas y las hortalizas así como otros géneros se despachaban en la propia puerta y su entorno.


 Sobre este primer mercado existen anécdotas curiosas que serían muy largas de explicar,estas son algunas de las que ocurrieron durante su periodo de existencia entre los años 30 y comienzos  de los años 60.ya que en los años siguientes se construiría el nuevo mercado de abastos.

  En estos tiempos no existía lo que conocemos como frigorífico,los comerciantes necesitaban conservar sus productos como la carne y el pescado,en esos días abrieron sus puertas Antonio y Pepe conocidos como el "Gaseoso" su venta de hielo,sifón y helados, fue la solución para conservar estos productos,los comerciantes llevaban sus lotes y lo metían debajo de unas tablas cubiertas de hielo, de esta manera pudieron conservar estos productos durante unos días al frescos.

José Donaire Perejon" El Morito" en sus años de niñez solía trabajar en este mercado ayudando a recoger y guardar los bártulos de madera de los puestos de verduras y frutas,y los depositaban en un pequeño cuarto en el edificio del mercado.también fue repartidor de la prensa de entonces,solía ir a recogerlos a la estación y luego los reparte por el pueblo.


En esta ultima etapa de este mercado, era curioso ver todo tipo de personajes puestos a pedir limosnas a la entrada del mercado,uno de estos personajes fue Pepe "Chuchero"José G. Castaño,de Sanlúcar la Mayor.Un señor que tenia toda la chaqueta llena de imperdibles,aunque su hermano le compraba las mejores chaquetas, el se empeñaba en llevar la suya sin botones y lleno de imperdibles.Era de mediana estatura,delgado,unos 30 o 35 años, moreno de poco pelo,solía estar en la puerta del viejo mercado ( hoy la biblioteca) por el porche, aunque a  el se conocía todo el pueblo podíamos verlo por cualquier parte.,aquí lo tenían como el tonto del pueblo, la verdad es que tenia una enfermedad pero era sociable,  me comentaba recientemente su hermano Javier G. Castaño que su hermano nunca consintió tener una chaqueta nueva, cuando le compraba una, el le quitaba los botones y los cosía con los imperdibles, a Javier le daba vergüenza ver a su hermano así de esa guisa, pero no hubo manera de cambiarlo, unos años mas tarde, por su edad fue ingresado en un sanatorio en Sevilla al que su hermano lo frecuentaba muchas veces hasta su defunción.



Sanlúcar la Mayor Años 20
En estas primeras décadas del nuevo siglo XX,tuvimos varios alcaldes que fueron cambiado algunos aspectos de la fisonomía de nuestra plaza central y otros espacios.
1900--Lázaro Castaño Muñoz
1904-- Antonio Rouquier Suárez, y la saga de "Los Pachecos"
1909-- Maximo Mesa Barrera
1927--Antonio Marín Robayo
1931--Manuel Morillo

 
Luego llegaron otras tiendas que también fueron muy conocidas en nuestro pueblo, como:
 Galerías Vargas,Antonio Gutierrez,Joselito Hernandez,Camison,Escamez,Arancon,Manzano, y un sin fin de nombres de comerciantes de nuestro pueblo en la que iremos desgranando según avancemos en este siglo XX.





A mitad de los años 60, nuestro viejo Matadero Municipal de la calle general franco(hoy Juan Carlos I ) necesita de contar con unas mejoras adaptado a las exigencias de la legislación vigente en la materia así como la de prestar un servicio con más garantías Higiénico-Sanitarias tanto a los profesionales del sector como a los Ciudadanos de nuestra ciudad, ha conducido al Ayuntamiento a emprender y culminar las obras de mejora necesarias así como a la adquisición de un horno crematorio para los residuos.De esta forma nuestra  seguridad y nuestra salud como consumidores se ha visto incrementada. 





Mientras se preparaba el nuevo emplazamiento del matadero,este fue trasladado temporalmente  a un antiguo terreno de la guardia civil de carabineros  de caballería en desuso desde los años 40,situado en la calle Lepanto,junto a la plaza de los Alamillos.


 Emplazamiento del ultimo matadero de Sanlúcar la Mayor


Continuará
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