Recuerdos de los Maristas (1961-1971)
por Antonio Herrera
EL LIBRO DE LECTURA POR EXCELENCIA
DEL COLEGIO MARISTA DE SANLÚCAR LA MAYOR (1961-1971)
El primero que me viene a la memoria es el CATÓN,
en donde aprendimos a leer de manera silábica, al ritmo de la chasca.
Confieso que siento un cariño especial por algunos libros de mi niñez. Eran libros que no desaparecen después de finalizado el curso como ocurre hoy, holocausto al consumismo, sino que se perpetúan a lo largo de décadas. Hoy, quisiera rendir un pequeño homenaje a aquellos textos por los que no formamos, nos educamos, porque si algo ha cambiado profundamente y de manera vertiginosa, han sido los métodos de enseñanza, y entre ellos, los libros de textos.En los momentos actuales, en los que se están aplicando nuevas y avanzadas tecnologías a los métodos de enseñanza, ¿tiene sentido traer a la memoria y recuperar de la escuela del ayer? Con bastante nostalgia evoco al menos tres textos de la niñez, con 7-8 años en nuestro querido Colegio Sta María La Mayor marista, porque jamás hay que olvidar la historia, nuestras pequeñas historias de la niñez, que cimenta la madurez.
Una clase de los 60, con las bancas bipersonales. En el centro el tintero de porcelana.El Hno. Director, Hermano Raimundo, me puso a deletrear en el Catón, y me envió a las 1ª Clase, para que aprendiera a mejor leer. Esto ocurrió cierta mañana de primeros de setiembre de 1964, con mi madre que me llevó de la mano, pues tenía yo 6 años.
H. Raimundo de Andrés Miguel (nombre religioso: Urbano Luis).
Poco he hallado de él, que falleció en 1975. Pero lo recuerdo con cariño, porque fue él quien me preparó para la Primera Comunión. ¿Cómo la impartía? Lo recuerdo con una libreta de pastas rojas, cogida con una gomilla, en donde tenía anotadas un sinfín de ejemplos de santo, como San Tarsicio.El segundo libro, sería un librito de lectura. Si no recordamos mal, en el Colegio marista, al menos en los primeros tiempos no existía biblioteca, ni colectiva ni por aulas. No obstante, los Hno. solían leernos alguna novela de la Mini Colección Ardilla, de la editorial EDB = Don Bosco, como el tomito que recuerdo y que tengo
Pero el libro de lectura por excelencia, a parte de El Quijote, fue el también recordado EL LIBRO DE ESPAÑA de la Editorial marista de Zaragoza, Edelvives.
El precedente francés de nuestro libro de lectura EL LIBRO DE ESPAÑA.
El argumento y los protagonistas
Al comienzo de la guerra civil, la Junta Técnica de Estado, germen del gobierno franquista, convocó por orden de 21 de septiembre de 1937 un concurso similar al del gobierno de Primo de Rivera, dotado con un premio de 40.000 pesetas a la elaboración de un “Libro de España”, que sería “compendio atractivo y apológico de todo cuanto de ella deben conocer sus hijos para amarla con vehemencia y lucidez”, que fuera de lectura obligada en las escuelas (BOE de 22 de septiembre). Los autores “habrán de ser españoles, de probado patriotismo y adhesión al Movimiento Nacional, y si pertenecieran al profesorado, no haber sido objeto de sanción por las Comisiones Depuradoras”. Al igual que sucediera años atrás, la resolución del concurso se fue retrasando y finalmente fue declarado desierto, según dicen debido a las disensiones habidas entre la derecha católica y los falangistas en orden a sus contenidos ideológicos.En 1942, la Editorial Luis Vives revisó el texto del Libro de España para adaptarlo a las nuevas circunstancias prebélicas. Esta es la versión de los que estuvimos en Los Maristas y que tenía como protagonistas a dos hermanos, Antonio y Gonzalo, de catorce y nueve años, respectivamente, huérfanos de un falangista muerto en el asalto al Cuartel de la Montaña que recorren España a pie en búsqueda de su abuela a la que suponen viva en Sevilla. Y que desde el norte, van bajando poco a poco durante meses en largo viaje, contando las bellezas de las provincias por donde pasan.
BERLIN ZONA X. Autor: Rafael Savi Cielos. Y otra novelita del mismo autor, con casi el mismo tema bélico.
Os invito a rescatar ejemplares de anaqueles polvorientos para leerlos. Eran ejemplares de una mano de grande; novelas pequeñitas y de otras muchas temáticas, que se consumen en un día, pues son pocas páginas llenas de magia.
Y no está mal este Berlin, zona X, que aparecía en 1965 ambientada en el caótico Berlín de 1945, al final de la II Guerra Mundial, donde una pandilla de amigos se ven comprometidos en espionaje, nazis y muertes en combate.Su autor posiblemente no sonará, Rafael Savi Cielos fue, en todo caso, dueño de una pluma ágil y rápida que, con cierto desprecio a algunos aspectos de la realidad histórica, era capaz de proporcionar entretenimiento página a página, de manera veloz y con niños heroicos.Su autor posiblemente no sonará, Rafael Savi Cielos fue, en todo caso, dueño de una pluma ágil y rápida que, con cierto desprecio a algunos aspectos de la realidad histórica, era capaz de proporcionar entretenimiento página a página, de manera veloz y con niños heroicos.
Ediciones escolares de las dos obras para lecturas, que se utilizaron en la década de los 60
El primer tercio del siglo XX fue en España una época de intenso patriotismo. La guerra hispano yanqui en Cuba y Filipinas terminada tan malamente para España, las campañas del Rif, el auge del militarismo que acabaría, con la dictadura del general Primo de Rivera, y luego la del General Franco, tuvo su adecuado reflejo en la enseñanza. Se trataba de inculcar a los escolares de la época lecturas “patrióticas” que exaltan los valores patrios y las glorias nacionales, como por otra parte estaban haciendo otros países, como Francia.
Precedentes de la obra
Por Real Decreto de septiembre de 9 de septiembre de 1921 (Gaceta de Madrid del 10 de septiembre) por el que el entonces Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes anunciaba la apertura de un concurso para “elegir un libro dedicado a dar a conocer a los niños lo que es España y a hacerla amar”, que estaba dotado con un primer premio de 50.000 pesetas y otro de 25.000.
Al concurso se presentaron 63 obras, ninguna de las cuales fue merecedora de premio, a juicio del jurado, quizás porque, como solía ser frecuente en esa época, a unos gobiernos del partido conservador sucedía otro del partido liberal, y no se llegaba a ningún acuerdo.
Y tuvo que ser una editorial privada, la Editorial F.T.D. de los Hermanos Maristas, quien, en plena dictadura de Primo de Rivera(1923), editó un libro inspirado en el modelo francés (“Le tour de la France pour deux enfants”) adaptado a España para ser utilizado como lectura escolar en las escuelas maristas.
La obra se publicó en 1928 y alcanzó pronto un gran éxito siendo rápidamente reeditada en 1932 por la editorial Luis Vives, nuevo nombre de la editora marista de libros escolares, con dirección en Zaragoza.
En el 1953 comenzaba las obras del colegio,conocido por "Los Maristas",colegio de Primera Enseñanza, Santa María la Mayor.En la finca conocida por “la estacada de la huerta” situada a la salida del Barrio de San Eustaquio, término de esta ciudad, con una hectárea, dieciséis áreas que lindaba; al Norte con casas de la calle San Bartolomé; al Sur con camino de la Estación; al Este con calle Cardenal Spínola y al Oeste con carretera Benacazón. La propiedad por herencia de Doña Concepción Rodríguez Solís y el usufructo por consolidación en la propiedad al ser renunciado dichos derechos por el usufructuario D. Pedro Aguilar Morales.hasta su entrega en 1959.
Antonio Herrera Ortiz
“Detrás de la ventana
me he visto desgranando, uno a uno,
los días de mi infancia.
He vuelto de la escuela
como si regresara de la vida…
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